El Movimiento de Alimentación Saludable celebra su quinto aniversario con un compromiso renovado de seguir trabajando por el derecho de todas las personas a acceder a información clara, veraz y comprensible sobre lo que consumen. Durante estos cinco años, hemos impulsado campañas, programas educativos y acciones ciudadanas que promueven hábitos alimenticios responsables, inclusivos y sostenibles, con el objetivo de proteger la salud, el bienestar y la sostenibilidad de nuestras comunidades.

Dentro de los participantes estuvieron organizaciones como la Fundación de Osteoporosis y Enfermedades del Metabolismo Óseo, Mamitas Azules, Asociación Panameña dedicada a la prevención y tratamiento de la obesidad, Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, Rescate de Alimentos, Patronato de Nutrición, Asociación Panameña de Mercadotecnia en Salud, PNUD, FAO y muchas más, junto a la sociedad civil.

Uno de nuestros mayores esfuerzos ha sido la Campaña Nacional de Etiquetado Frontal en Panamá, que lanzamos junto a aliados comprometidos con la salud pública. Esta campaña busca que todos los productos procesados y ultraprocesados incluyan, en la parte frontal de su empaque, advertencias claras y visibles sobre su contenido en azúcares, grasas y sodio. Esto no es un simple detalle de diseño; es una herramienta de salud pública probada internacionalmente para prevenir enfermedades no transmisibles como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares, que hoy representan una de las principales causas de mortalidad en nuestro país. El etiquetado frontal es, en esencia, un escudo de protección para el consumidor, permitiéndole tomar decisiones informadas en segundos, sin necesidad de interpretar tablas complejas o términos técnicos.

En Panamá, la implementación de esta medida es urgente. Vivimos en un entorno donde la oferta de productos ultraprocesados crece cada día y donde la publicidad muchas veces enmascara los riesgos de un consumo excesivo de ciertos ingredientes. Sin una ley que obligue al etiquetado frontal, el consumidor queda en desventaja frente a la industria alimentaria, que prioriza el atractivo comercial sobre la transparencia informativa. Al mismo tiempo, nuestros niños y adolescentes, uno de los grupos más vulnerables, quedan expuestos a productos altos en azúcar, grasa y sal sin advertencias visibles que ayuden a sus familias a tomar mejores decisiones.

Por eso, cada firma en esta campaña no es solo un registro en una lista: es una declaración de principios, un llamado a la transparencia y una exigencia al Estado para que proteja la salud de su población. Cada vez que alguien firma, envía un mensaje claro: “Quiero un Panamá donde la salud de las personas esté por encima de los intereses comerciales”. Las firmas son el motor que nos permite mostrar a las autoridades que la ciudadanía está atenta, informada y decidida a exigir cambios reales.

A través de la página web de la Alianza Panamá por la Salud hemos creado un espacio seguro y accesible para que cualquier persona pueda sumarse con su firma. No importa si es la primera o la milésima firma: todas suman fuerza, todas cuentan, y todas juntas pueden convertirse en la presión necesaria para que la ley sea discutida y aprobada. El cambio empieza con una acción sencilla, pero poderosa, que está al alcance de todos.

Hoy, a cinco años de haber iniciado este camino, el Movimiento de Alimentación Saludable reafirma su compromiso de seguir monitoreando, promoviendo y fortaleciendo la campaña de etiquetado frontal hasta verla hecha realidad. No descansaremos hasta que Panamá cuente con una legislación que garantice que cada consumidor pueda, con un solo vistazo, saber si lo que está comprando contribuye o no a su salud. Con el respaldo ciudadano, lograremos un país más informado, más consciente y, sobre todo, más saludable para las generaciones presentes y futuras.